LO QUE HAY PARA ESTA SEMANA

1.-LA LEYENDA DE LA LLORONA
3.-EN AUDIO "LAS TRES MEJORES HISTORIAS DE TERROR DE LA MANO PELUDA"

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miércoles, 22 de abril de 2009

1.- NOCHE DE MÚSICA ELECTRÓNICA EN LA CONDESA... Venga Dj


El día de trabajo se acercaba al final, el viernes laboral se despedía para dar paso al viernes de fiesta, un día muy esperado por mi y por casi todos los que son de mi edad, la semana deja de ser una carga y el cúmulo de amarguras, problemas con el jefe, horarios extras, reportes, llamadas interminables, queda atrás, se guardan en el cajón del escritorio, se encierran con llave y se sustituyen por al menos dos días completos llenos de fiesta, alcohol, amigos, amigas, borrachera, cruda y si se puede sexo. La tarde me anunciaba que la noche pintaba para algo muy bueno, y es que como podía ser de otra forma si los eventos de música electrónica ofrecen más que cualquier otro evento, una serie de situaciones llenas de exceso, experiencias que marcan la noche y la fiesta. Cuando estas ahí los momentos se prolongan hasta hacerse interminables, el cuerpo comienza a entrar en un ambiente completo, el cielo se cubre de sonidos y las emociones viajan inmediatamente por todo el lugar, se puede sentir, casi ver, el estado del otro, del que esta atrás, aun lado, delante de ti, a tu izquierda con cada choque generado por un baile ensimismado, por alguna mirada perdida que cruzas con alguien mas, esa forma de comunicación es inmensa, mental muy liviana, sin compromisos ni juicios, limpia y empática, por un instante sabes que todos los ahí presentes sienten y piensan igual que tu, esa euforia colectiva te recorre, te contagia, ya no son miles de personas, es una sola masa con muchas caras pero una misma emoción y excitación. El trance colectivo solo se ve superado en aquellos que lo inducen en su interior, haciendo uso de elementos externos y prohibidos, muy caros en todos los aspectos, un solo trago garantiza una mejor noche, el alcohol no es suficiente, ahora el agua se convierte en un inhibidor de fuego, una especie de termostato que disminuye la temperatura interna, se hace necesaria si es que no se quiere explotar o derretirse, los vasos de cerveza y vino se sustituyen por botellitas de plástico que por supuesto durarán ¡toda la noche!. Poco a poco las miradas livianas se van haciendo complejas y poco entendibles, ya no hablan, se pierden en la inmensidad del vacío, la mente es anestesiada y se guardada hasta el otro día, -¡usarse en un mejor momento!- lo único que queda es la sensación, el cuerpo agradece cualquier roce o contacto, absorbe la música hasta la ultima nota, mantiene su estado libre de pensamientos culpables, las preocupaciones se destierran a otro mundo, son ellos en su estado de adormecimiento. Aunque el éxtasis del momento es implacable, nada pasivo como pudiera imaginarse, los roces son agresivos casi obligados por el espacio tan pequeño en que te mueves, los brincos son cada ves mas altos, el largo de los brazos no alcanza para estirarlos y flexionarlos en movimientos donde la sincronía es poco útil, el moviendo debe ser extraño -solo lo que el cuerpo sienta -. El house, el trance lo electro de la música generan estallidos en la gente, junto con los gritos de cada uno se van conformando nuevas visiones y colores rítmicos. El dj establece el objetivo, marca el camino y declara el mood de la noche, todos, absolutamente todos declaran su rendimiento total, dejan sin oponer resistencia sus cuerpos en manos literalmente de este emisario del libertinaje nocturno, -los próximos 400 minutos de tu vida son suyos y de nadie más, el importe de tu cuerpo es pagado con anterioridad 275.00 pesos vale tu alma por una noche, después, ésta es regresada a su dueño, solo que ahora pesa menos, sensación que dura solo unos segundos, ya que esto no garantiza que esté igual o menos sucia, puedes incluso encontrar nuevas manchas, algunas serán mas difíciles de quitar o simplemente sabrás que no se han ido y es que lo vivido y consumido en esa noche pudo haber hecho mas extensa esa lista de arrepentimientos. Al termino de la noche cuando los de seguridad indican que el viaje a terminado y ponen punto final al desenfreno vivido, el desalojo del lugar te empuja al frió de la madrugada, los ¡jochos! Son un manjar obligado si lo que buscas es bajar la peda, las luces en diferentes colores que te generaban visiones, ahora te ponen en alerta y es que el contexto cambia, unas luces roja y azul obligan a tu mente casi de forma inmediata a regresar a su estado cotidiano. Todavía se observan esas caras que reflejan el gusto de haber vivido un momento eterno, muchos requieren prolongar la noche, muchos más terminan completos y satisfechos, las miles de personas tomarán diversos caminos, esa masa que en algún momento fue una sola, se desprende en grupos mas pequeños e íntimos, los individualismos comienzan hacerse presentes ya no hay relación alguna con el otro, la comunión se rompe y la membrana de esa célula ya no existe, ahora todo se desparrama, esperando a que algún otro evento logre conformar un comunión igual.