RELACIONES DESTRUCTIVAS (HASTA QUE EL MADRAZO NOS SEPARE)

En esta esquina de casi 80 kg, desesperado, fastidiado, pedo, encabronado, y celoso: El Novio
-Ehh ehee uhh, ala goma, saquéese –grita el publico encabronado.
Y en esta otra con apenas 40kg, histérica, gritona, hiriente pero a su vez delicada y dulce: La Novia

Pelearaaaán de dos a tres años antes de que el le pegue un madrazo que a ella la mande al hospital, para que después ella aprenda a regresarle los golpes y ambos se terminen dando una madrina de antología.

Suena la campana del primer asalto:
El la toma por el cuello y le dice que es una facilota que porqué anda viendo a otros gueyes.
Ella se suelta con facilidad del candado al cuello y contraataca con un desairado, “piensa lo que quieras yo no veía a nadie” lo que manda a la lona al Novio dejándolo aun más molesto.
El Novio se levante de un solo salto y vuelve atacar dando un jalón al brazo de ella, que ahora siente la fortaleza y rudeza de su contrincante, cuestión que no la espanta solo la activa para propinarle uno de sus ganchos de indiferencia –golpe que ha desarrollado gracias a la experiencia en sus anteriores batallas– sabe bien que con ese golpe lastima severamente la zona hepática de su rival. Pero este tampoco se deja intimidar y aplica una estrategia aunque desesperada muy eficaz para lastimar seriamente la moral de su contraparte. Ella esquiva fácilmente cada uno de estos golpes llenos de ofensas, pero hay uno que alcanza a dar justo en la autoestima, lo cual la debilita un poco y provoca que ponga rodillas sobre la lona –pero no cae– sabe perfectamente que no puede perder esta batalla ¿Pero que vemos? comienza un toma y daca de insultos –Estos peleadores si que se conocen bien, los insultos golpean directamente las zonas más débiles del otro, pero eso no los debilita señores, al contrario los insita más a la violencia. –Ambos se encuentran visiblemente golpeados y consternados después de esa ráfaga de insultos propinados con magnifica técnica en la moral del otro. –Ella se encuentra desesperada y se lanza con todo, propinando un golpe físico en el rostro del peleador –una decisión precipitada porque sabe que acaba de prender la mecha de violencia del Novio– que ahora regresa un potente golpe lleno de odio y coraje en el rostro que impacta y rompe la nariz de ella salpicando sangre por todo el cuadrilátero, este aprovecha el desconcierto y fuera de si la patea en el piso durante unos minutos –nadie tira la toalla, ella está visiblemente golpeada, y su autoestima destrozada, el remata con nuevos insultos y amenazas y la pelea termina con el toque de la campana.

Señoras y señores acabamos de apreciar una de las peleas del siglo, ambos peleadores, pusieron el cien por ciento en cada uno de sus insultos y ofensas, para darnos un magnifico espectáculo. Agradecemos su preferencia y les comentamos que seguiremos pendientes de la carrera de estos extraordinarios contendientes que seguramente nos ofrecerán peleas más encarnizadas y ofensivas. Les recordamos que mañana no olviden sintonizarnos, estos peleadores estarán juntos tan solo unos años más, después el la mandará al hospital casi semiinconsciente y ella le perdonará, pero después de la décimo quinta pelea, ella decidirá dejarlo y se separarán por una semana, el ya no la golpeará pero la lucha a través de insultos se vuelve más poderosa, los dos estarán con la autoestima más y más baja y sentirán la dependencia del uno con el otro, así que no pueden dejarse, ninguno de los dos saben que hacer de sus vidas sin el otro, ya no se quieren pero no se atreven a dejarse, ocasionalmente alguno de ellos decide dar por terminada la relación pero el otro no lo permite, y mediante un ataque psicológico lo convence que es una persona que no vale y no habrá nadie que lo quiera. Será solo hasta que un nuevo retador entra en escena hasta que la relación termina por deshacerse, pero no se preocupen esa será otra historia que llevaremos hasta sus hogares.

Esto fue “La HMS” (HASTA QUE EL MADRAZO NOS SEPARE) Buenas noches y hasta la próxima, yo soy el Doctor Alfonso M. desde las Jergas Nevadas.

ASÍ O MÁS GRANDOTA (TORRE LATINOAMERICANA)

Es difícil no verla, cada que camino por Eje Central en busca de algún libro pirata, paso a un costado de ella, volteo hacia arriba y pienso –tengo que subir al mirador, pero la intención se convierte en indecisión y termino por dejarlo para la otra. Pero ese día si subí, me metí a la Torre Latinoamericana, pagué tan solo $50.00 pesos y subí por el que según dicen es uno de los elevadores más rápidos del mundo, llegué al piso 37 de la Torre, donde se encuentra el mirador, y justo al abrirse ambas puertas, la sorpresa instantánea de la vista sublime y majestuosa de la NADA se hizo presente –exacto, la nada– y es que una nata blanquecina de mugre y contaminación solo deja ver eso “nada”. Durante el trayecto en el elevador que no dura más de medio minuto, me imaginaba una vista del horizonte con los cerros del Popo y el Izta resguardando la ciudad, pero en cambio esa nata de contaminación no te permite ver más allá de unos cuantos kilómetros. Claro que no deja de ser un gozo la perspectiva que tienes de aquellos puntos que te permiten ver a la distancia el limite de tus ojos, y aunque te ponen fotografías de los sitios, edificios, construcciones, iglesias a observar por cada lado del mirador, a fin de ubicar los puntos de mayor importancia y referencia, es complicado apreciar los más lejanos, pero los puntos que rodean tan imponente construcción, se aprecian perfecto; el Zócalo y la Catedral por el este, el Palacio de Bellas Artes por el norte, la torre de PEMEX, Polanco, el Hemiciclo a Juárez por el oeste y el WorldTradeCenter por el Sur, es una perspectiva diferente, el lado ínfimo de las construcciones, todo es más pequeño y los detalles se hacen claros y visibles, una maqueta de la ciudad, gente como hormigas, autos que van y vienen por todos lados, infinidad de iglesias y templos que hablan de historia –puedo decir que es el otro lado de la ciudad, con la confirmación que deja el apreciar la telaraña que representa esta enorme ciudad, y la extraña sensación de un gigante al poder levantar un auto con los dedos o “apachurrar personas con la palma de la mano, sin embargo, es aun más interesante la sensación de estar fuera de ritmo exhaustivo de la ciudad, como si los demás fueran los que tienen prisa o preocupaciones, y tu disfrutas del ajetreo de los movimientos de la ciudad, como un ser vivo que se mueve y respira por si mismo, y al cual admiras por su extraña facilidad de ser y estar.

Es el piso 37 donde está el mirador, hay un modulo de recepción la planta baja y costo de entrada es de cincuenta pesos, al subir al mirador entras a una especie de recepción, pero basta con subir dos pisos más por una escalera de caracol para salir al aire libre y sentir el vértigo propio de la altura, hay también telescopios grandes y pequeños que cuestan 2 y 5 pesos por 3 minutos.

Como siempre les digo. Vivan su ciudad desde otro puntos de vista, no todo es trafico, metro y peseros, levanten la vista y giren su cabeza, les aseguro que siempre hay algo bueno que apreciar.