EL QUE NO TRANZA NO AVANZA
“Es que somos bien quien sabe como…” diría El Albertano en el programa “María de Todos los Ángeles”, y me refiero a la forma especial de ser del mexicano, a la forma de pensar y por supuesto de actuar; alevosa y ventajosa sobre otros. A continuación estableceré una hipótesis que según mis análisis mentales responde la pregunta de ¿Porqué el mexicano se maneja con la ideología del que no tranza no avanza? Es clave hacer mención que a muchos esta ideología tranzistica no les afecta, es más, la valoran y la aceptan como una forma correcta de pensar y después de actuar, sin embargo, para mí, representa la base de muchos de los problemas de este país. Desde que tengo uso de razón, escuchaba en los que en esa época eran los adultos y que ahora no les falta mucho por entrar al selecto segmento de la tercera edad, esa frase tan popular del “que no tranza no avanza” y cabe destacar que muchos de ellos después de pronunciar tan recalcada primicia, mostraban después una sonrisa de oreja a oreja, como si lo que acabaran de decir fuese el secreto de la vida. Esa forma de pensar y de actuar desafortunadamente se conserva actualmente en todos los que alguna ves escuchamos la frase, así como nuestros padres aprendieron, nosotros recibimos ese legado ancestral, por que todo se aprende o se transmite y aunque muchos no lo entiendan sus conductas están marcadas por su educación, así como la forma de ver la vida y la manera de manejarla depende de los valores inculcados. Así que partiendo del hecho de que todo se aprende o se deja de aprender según sea el caso, puedo decir que el mexicano aprendió a tranzar o como yo prefiero verlo a sobrevivir. Todo tiene un inicio y el nuestro se remonta a la época de la conquista –por supuesto que ahí inicia, y como dato a recalcar no ha pasado tanto tiempo como creemos, estamos
más ligados a ese suceso que a nada más en la historia- con el choque de ambas culturas, la indígena y la española se formó algo mucho más complejo, una mezcla de creencias y tradiciones con las que actualmente convivimos y de las cuales debemos estar orgullosos, pero bien esa mezcla compleja trajo beneficios y consecuencias –grandes consecuencias, diría yo- la consecuencias de esta mezcla es en si el origen de la forma de pensar y de ser del mexicano, imaginen primero al hijo nacido de un padre español y una madre indígena, un niño nacido de dos razas orgullosas de sus orígenes, de su línea sanguínea y de su pueblo, un niño que al tener dos sangres no puede pertenecer a ninguna, ese niño que es una especie menor para los conquistadores y una vergüenza para los conquistados, un niño destinado a vagar por su sobrevivencía en un nuevo mundo donde unos someten y otros resisten, aunque los segundos tienen una historia que les permite aferrarse a los orígenes de su pueblo. Ahora ese niño conocido como “plebe” tuvo el brazo fuerte del padre (español) sin tener la ternura de la madre (indígena) carente de una identidad se vio en la necesidad de formar la propia, penosamente con
struida en el rechazo de ambas culturas, solo su utilidad en el trabajo los hacia tolerables para fungir como animales de carga, como sirvientes o simplemente peones insignificantes y despreciables. Pero pronto esos seres carentes de identidad y con el progresivo desaparecimiento de la cultura indígena, se convirtió en el grueso de la población, aunque aun conquistados y sometidos al yugo de la corona española algunos de estos llamados mestizos consiguieron mejorar su calidad de vida, aunque la mayoría continuo en la constante de sobrevivencia por encima de todo y de todos. Así el niño se hizo hombre y las cicatrices de desprecio se cerraron con ayuda del odio e indiferencia hacia ambas culturas, el costo por vivir significaba luchar y pelear por esa oportunidad de sobrevivencia con otros -como el perro que lucha por su hueso- esta es la forma que aquel grupo de hombres y mujeres aprendieron que se tendría que vivir para el resto de sus días, los años se hicieron décadas y la décadas siglos, cinco siglos después la situación siguió siendo la misma, la única diferencia, que la mezcla estaba consumada, los nietos y bisnietos de esos primero hombres ya eran adultos, sin
embargo, como pedir que sea la vida de un esclavo cuando su padre y su abuelo han sido esclavos toda su vida. Fue hasta el año 1821 donde supuestamente se consigue la libertad de esa gente -quinientos años bajo el dominio de España, doscientos años como país independiente- la independencia como todos sabemos fue iniciada por los criollos, esos españoles nacidos en la Nueva España (México llamado así antes de la independencia) que al entender el potencial de esta r
egión deciden deslindarse de aquellos que jamás permitirían su progreso, así que valiéndose del gran numero de mestizos y a sabiendas de las carencias del pueblo, consiguen separarse del imperio Español. El nombre de México se establece en honor a la cultura Mexica (aztecas) ya que según los ahora gobernantes o insurgentes fue el pueblo que ofreció mayor resistencia a la invasión extranjera. Es de esta forma que se da el inicio a un país “independiente” –si es que se le puede considerar así a una región destinada a construirse en una incesante lucha de poderes- sin embargo, los beneficios nunca se vieron materializados para la gente corriente del pueblo, surgen luchas por el poder, inestabilidad política, movimientos sociales y por su puesto un retraso en aspectos de igualdad social, lo que fertiliza el terreno aun más para que la semilla del oportunismo siga germinando, ahora el mexicano, anteriormente el mestizo sabe que vive en un país que no pertenece a los españoles pero que tampoco pertenece a ellos, así que aquel ejemplo de su padre por sobrevivir sin importar sobre quien se pase, sigue siendo la mejor estrategia para vivir “que lloren en su casa y no en la mía” le dice el tata(padre en nahuatl) a su hijo. Las guerras fueron una constante en México en los años posteriores a la Independencia, los criollos son sustituidos ya por aquellos mestizos que lograron sobresalir del resto, pero que conservan tal ves en mayor grado la ya establecida mentalidad de buscar el beneficio propio, estos mestizos se debaten el poder, algunos provienen de familias con alta posición económica, otros hacen fuerza por sus conocimientos y herramientas militares -Generales del Ejercito la mayoría de ellos- cientos de golpes de estado marcaron la historia del país, mientras países extranjeros se hacían agua la boca por obtener el botín aprovechando la inestabilidad de un país carente de identidad, donde no hay un objetivo de raíz un orgullo por el origen de la raza -no existe porque un buen día el mexicano apareció, así nomás de la nada, entre órdenes y ambiciones españolas y entre gritos y frustraciones indígenas-. Han pasado cien años desde que fue consumada la independencia, los sucesos más importantes se trasladan a la guerra contra Estados Unidos y pérdida de medio territorio nacional donde el protagonista principal fue Antonio López de Santana. Como el, surgieron y siguen emanando como ratas esa clase de políticos y gobernantes que
buscan el beneficio propio, posteriormente se suscita la invasión francesa donde es impuesto un gobernante europeo, Maximiliano de Hasburgo, el cual es fucilado por órdenes de Don Benito Juárez que entre sus mayores aportaciones aparece el mandato de la no reelección, la cual después de su muerte y tras varios golpes de estado más llega al poder Porfirio Díaz, un dictador que se apodera de la presidencia por mas de 30 años, en los años anteriores a este dictador, la semilla del Tranzismo se vio alimentada por la presencia de nuevos gobiernos, la falta de oportunidades tanto en la capital como el resto del país hacía que la gente hiciera uso de cualquier artimaña por muy sucia que esta fuera, con las constantes guerras no había dinero para proporcionar seguridad al pueblo, así que los robos y asaltos eran constantes entre la población, ya con el porfiriato el país adquirió un renombre internacional y el Peso llego estar a la par con el Dólar sin que esto representara un cambio para las clases bajas, muy al contrario el clasicismo adopto un nuevo auge y los altos niveles recibían realmente los beneficios de un país en progreso, los pobres fueron mas pobres y los ricos mas ricos, es aquí donde se percibe una problemática aun más relevante y que sin duda también afecta la relación entre mexicanos y que actualmente corrompe las sangre de algunos conacionales , me refiero al elitismo social, es decir, ahora la diferencia no la hace la sangre ni el país de origen, ahora lo hace el din
ero y las propiedades. Es en este periodo donde se marcan los rasgos característicos de una sociedad que derivará en lo que actualmente vemos en nuestra realidad, ejemplos de esto se remontan a la fiestas conmemorativas del primer centenario del país, donde las clases altas departen una cena espectacular en Palacio Nacional y el pueblo convive en mercados y salones improvisados, donde las clases altas mandan hacer trajes especiales para los niños pobres y vagabundos que circundan la ciudad y de esta forma no desentonen con las festividades e incomoden a los invitados de otros países. Otro ejemplo es que mientras en la capital se construían edificios como el Palacio de Bellas Artes, en los estados se explotaba a los trabajadores en latifundios, fabricas, maquilas o minas con jornadas de hasta doce horas continuas de trabajo y una paga miserable. A raíz de esta situación comenzaron los movimientos sociales que todos entendemos como la Revolución Mexicana, estos movimientos se presentaron a través de huelgas -las primeras en el país- pronto surgieron los denominados caudillos
de la revolución como Villa al norte y Zapata al sur, que encabezados por Francisco I. Madero consuman el movimiento derrocando al gobierno de Díaz y expulsándolo del país, en este nuevo periodo de luchas salieron a flote diversos flancos de poder –todos ellos basados en el poder de las armas- asesinatos y muertes dejaron al país estancado en un charco de agua sucia, turbia y lodosa donde los recursos eran destinados por una lado y a través de impuestos a combatir las guerrillas revolucionarias y por otro lado el robo de los revolucionarios al entrar a los pueblos, lo que ocasionó la escasez de comida en gran parte del país. Lo que pasó después se percibe como algo más cercano
a nuestra realidad, se forma el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el cual gobierna por casi 70 años y del a cual apenas en el año 2000 se vive un cambio de gobierno histórico también y del cual somos parte nosotros, es justamente en este periodo priista que la semilla del Tranzismo florece y se presenta en forma de un roble enorme fuerte, que con su tamaño impide la entrada de los rayos del sol, sus raíces son inmensas y se aferran desesperadamente en el interior de cada mexicano. La inventiva del mexicano resume años de desesperanza, sometimientos, engaños, supervivencia o sobreviviencia, oportunismos en una sola frase “El que no tranza no avanza” esta mentalidad constantemente sale a flote en el vecino, los amigos, algún familiar, el del auto de alado, en el trabajo, en la política, se ha convertido en la cotidianeidad por lo que muchos no ven que está ahí o muchos esperan el momento para sacarlo de su ser. Esta forma de pensar existe en nuestro ADN, nuestra memoria y se materializa en el chingar al otro, en no saber trabajar en equipo, en criticar al que triunfa, y muy a pesar que han pasado 200 años de la creación de un país, seguimos sin crear una identidad de mexicaneidad, no somos españoles ni indígenas, somos mexicanos que llegamos como el aire, como la ráfaga del viento que no conoce su origen ni su paradero, así somos y de la tragedia estamos formados, es justo que ahora entendamos eso, y lo que yo pienso es que nos corresponde el cambio, aquellos que tienen o piensan tener hijos les corresponde librar a sus herederos del gen del esclavismo y de la sobrevivencia a cualquier costo, y así de la misma forma como sus abuelos y bisabuelos se vieron forzados a aprender un sistema de vida y lo guardaron de alguna forma en su memoria, ahora es nuestra obligación sacarlo para que nuestros hijos crezcan con una mentalidad diferente, ya no hay guerras ni golpes de estado, hay una estabilidad aparente en nuestro país, por lo tanto es nuestra tarea constante erigir una identidad, al igual que existe una española, o inglesa o francesa o indígena, necesitamos un fin común, un gusto por lo que somos y un reclamo a los que traicionen o siquiera piensen traicionar a su raza mexicana. 








