Llegamos entre 10:30 y 11:00 de la noche a un lugar donde se organizan eventos y
charrerías muy reconocido al sur de la ciudad de México, se festejaba un cumpleaños, los treinta años del amigo de un amigo (clásico), el ambiente tipo “
lounge” con mesas alrededor de un escenario de cristal con luces internas que cambiaban de color con el ritmo de la música, una pantalla que pasaba imágenes del festejado, alcohol gratis y música electrónica y
popera dirigida por el
Dj, con el previo de un comediante reconocido que al parecer es gran amigo del festejado, en el estacionamiento pude apreciar: mercedes, camionetas,
audis entre muchos más, la gente se caracterizaba más por las marcas de ropa que por la simpatía en su forma de actuar. “Todos están hasta el
fuking” –escuche decir a una niña con vestido corto y extensiones hasta los hombros que hablaba con alguien por celular y se refería a la
peda que traían sus amigos, los cuales también hablaban por su
Nextel o
Blackberry y bebían de sus vasos con
Bacardy Coco porque el normal ya para esa hora se había terminado (el
Bacardy es el
Bacardy en cualquier ámbito social). Terminamos la fiesta como a las 4:30 de la mañana del sábado justo después de los recomendados
chilaquiles baja
pedas, pero al parecer el desmadre continuo y no se hasta que hora.
Al siguiente día me invitaron a un
peda en casa de un “cuaderno” (nótese el cambio en el lenguaje) el “
reguetón, la salsa y el
rock en español” son indicativos de un ambiente diferente, los carros que habían eran los de los vecinos porque creo que la mayoría llegó en
Microbús, el
estéreo y los
ipods son sustitutos perfectos de cualquier
Dj, las luces son las propias del patio de la casa y se depende para ver la cantidad de
watts del foco ahorrador comprado seguramente en la tienda de la esquina, el alcohol o mejor dicho el chupe depende de la cantidad de monedas o cambio suelto que traiga cada uno de los ahí presentes –haber
pa´que alcanza, dice el encargado de ir a la tienda- pero te traes refresco, chupe, y cigarros –todo eso con setenta
varos- y estoy
completamente seguro que la
peda terminó a las 7:00 de la mañana del domingo porque yo fui el ultimo en cerrar la puerta.

Al finalizar este fin de semana me percaté que en un periodo de dos días había convivido con los dos lados de la moneda, pero al analizar ambos ambientes puedo asegurar que la única diferencia es el “
Bluff” con la que se desenvuelve la persona. Esta es una palabra que se ha venido manejando con mayor frecuencia en el mundo de los eventos, la publicidad, las fiestas, incluso en el trabajo y hasta para clasificar ambientes, personas y lugares, es una palabra en inglés que se utiliza ahora en México como un adjetivo que inferencia al “dinero, poder,
glamur,
mamonés” pero buscando en Internet me encontré con los verdaderos
significados de esta palabra: la principal traducción es engaño, la segunda fanfarronada y la tercera apariencia. Con esto me doy cuenta que estos tres conceptos son los que describen con exactitud quirúrgica a cada una de las personas que conocí en ambos eventos –exacto, no es solo a los que manejan un
Audi sino también a los que conocen de memoria el nombre del chofer del
Microbús, cada uno de ellos se comporta acorde al grupo donde se desenvuelven, utilizan las frases y palabras comúnmente usadas en su núcleo, se visten conforme las normas de moda de la tienda donde adquieren sus prendas lo indican ya sea el Suburbio o
Armani. Pero hay momento donde ambos ambientes se podrían mezclar donde las conductas son las mismas, uses o no un reloj al que le giren las esferas –tal como me lo preguntó uno de estos protagonistas, el cual no diré a que lado pertenecía- Yo solo puedo decir que durante la desvelada dominguera me di cuenta que la sensación de cruda y dolor de cabeza fue exactamente la misma al tomar y convivir con gente que conduce un mercedes y viste trajes
Hugo Boss o
Armani que con gente que entre sus principales expresiones verbales se encuentra el “Chale carnal”.
