
EL PERFUME "HISTORIA DE UN ASESINO" (Recomendación del libro)
Primera edición 1985
“En el siglo XVIII vivió en Francia uno de los hombres más geniales y abominables de una época en que no escasearon los hombres abominables y geniales. Aquí relataremos su historia.”
Dos días han pasado desde que terminé el libro “El Perfume, Historia de un Asesino”, desde ese tiempo y por obvia influencia de la historia que ahí se relata, me he dedicado a poner más atención a este sentido del olfato, ahora me la paso olfateando por todos los alrededores por donde me muevo o mejor dicho poniendo especial atención a las distintas combinaciones olfativas que circulan con plena libertad por el aire, y es que es bien logrado por parte del autor Patric Suskind -y por que no decirlo uno de los máximos logros de este libro- contagiar el animo de percibir el mundo a través de sus olores, interpretando en la mente con los ojos cerrados y la fosas nasales totalmente abiertas el flujo de lo acontecido a nuestro alrededor.
La historia es bien conocida por muchos debido a la película europea realizada bajo el mismo nombre que apenas hace algunos años mostrara al mundo de lo comercial esta historia tan controversial pero especialmente descriptiva, capaz de hablar directa y de frente con la memoria olfativa del que se mete de lleno en la lectura. De tal forma se conoce paso a paso la historia del hombre que naciendo con el extraordinario don del olfato, logra apoderarse por así decirlo del alma de aquellas –porque son doncellas únicamente- a las que considera poseen un aroma especial y diferente al resto del mundo. Es un hombre insignificante, si se le expone al juicio de la vista por supuesto, así lo consideraban las personas de su época, un ser invisible, y es de aquí y de su invariable habilidad olfativa, además del odio generado para con el resto del mundo, que se aferra a la vida como el parásito que vive y sobrevive esperando la presa a la cual asirse para chuparle la vitalidad. En el inicio de su vida logra sobrevivir al ambiente más hostil que se pudiera encontrar en Francia en aquella época, sus primeras aspiraciones olfativas se dan en las calles sucias de un mercado de Paris, con el aroma putrefacto del pescado y el agridulce olor de la fruta podrida, ahí comienza la historia del personaje asombroso y horrible, con el llanto del recién nacido que alerta a todos de su presencia y así comienza también su causante camino de asesino, con la muerte de su propia madre que enviada a la horca acusada de abandonar a la suerte a una criatura que no cayó muerta al igual que los productos anteriores a los que la mujer tirara entre los desperdicios para ser recogidos confundidos con desechos de pescado, papas podridas, lodo y restos de legumbres por los limpiadores nocturnos. En los años siguientes el niño sería conocido como Jean Baptiste Grenouille, y también en los años siguiente sería el talento olfativo lo que le ayudara a permanecer vivo incluso en los ambientes más hostiles en los que el destino le habría obligado a crecer, mucho tiempo pasó recluido en el orfanato de la ciudad, solo y excluido incluso por aquellos niños que eran participes de su condición, el tiempo lo llevó a ser trabajador incansable de un centro curtidor de pieles donde desarrollaría aun más su habilidad olfativa, conocía todos los olores de la ciudad, los entendía, incluso los descifraba, era capaz de separar los aromas en categorías aunque no supiera siquiera el nombre de tal o cual olor, aunque una cosa si sabía, que el olor de las personas era especialmente repúgnate, lograba entender que todas las personas desprendían un aroma especial aunque no único ya que este se conformaba por una combinación ciertamente grotesca que emanaba rastros de sudor, aliento y eses fecales -Grenouille encontraba despreciable esa combinación-. Pronto descubrió que existían aromas mucho más exquisitos y que la combinación de estos podrían conformar alguno mejor, además supo que ex
istía una forma en la que el hombre podía arrebatar el olor a las flores, a la hierva y seguramente al río y a la piedras y a cualquier cosa, sabia que había encontrado el sentido de su vida, ¡él! El hombre con el mejor olfato de Francia tendría que poseer el mejor aroma de todos, el más sublime y el más puro de todos. Tiempo después aprendió el arte del perfumista, trabajó para uno de los más prestigiosos perfumistas y aprendió a la ves que desarrolló -ante el asombro del dueño- los perfumes más asombrosos y delicados jamás existidos en todo Francia, pronto llevó a la cima a aquel perfumista de origen italiano, y tras algunos años de servicio pasivo se despidió de éste para aprender el secreto de la extracción del aroma de aquellas flores más delicadas. Se dirigió a un pueblo al norte del
país y ahí habría de encontrar la forma, aquella manera tan deseada por su alma, para extraer el aroma hasta de las cosas más comunes como: las piedras, latas o personas, lo que tanto había anhelado, ahora se hacia realidad. Los meses siguientes 24 doncellas fueron asesinadas, el móvil del asesinato era desconocido para la autoridades, la victimas eran encontradas rapadas de la cabeza, todas mujeres hermosas, despojadas de sus ropas y extrañamente sin ningún rastro de vejación a su intimidad.
La historia propone un final inimaginable, diferente en su totalidad para los que vieron la película, es un final que muestra la excelencia de un talento descomunal, casi divino –comentaría el autor- el final propone un choque a la razón entendible solo por el que guarda solo un objetivo en la vida, aquel que sus sueños traspasan cualquier limite, en el caso de Grenoille el sueño y su vida fueron marcados por el instante mismo en que nació, vivió para lo único importante para el, y murió por obra y gracias de esa misma pasión, ¿sería posible por esto, propinar un juicio descalificativo y mordaz que disminuya el destino marcado de un hombre?
“El Perfume”, un muy buen libro para despertar el olfato por medio de la vista, recomendado enormemente aun si se ha visto la película. El final es indescriptible.
Dos días han pasado desde que terminé el libro “El Perfume, Historia de un Asesino”, desde ese tiempo y por obvia influencia de la historia que ahí se relata, me he dedicado a poner más atención a este sentido del olfato, ahora me la paso olfateando por todos los alrededores por donde me muevo o mejor dicho poniendo especial atención a las distintas combinaciones olfativas que circulan con plena libertad por el aire, y es que es bien logrado por parte del autor Patric Suskind -y por que no decirlo uno de los máximos logros de este libro- contagiar el animo de percibir el mundo a través de sus olores, interpretando en la mente con los ojos cerrados y la fosas nasales totalmente abiertas el flujo de lo acontecido a nuestro alrededor.
La historia es bien conocida por muchos debido a la película europea realizada bajo el mismo nombre que apenas hace algunos años mostrara al mundo de lo comercial esta historia tan controversial pero especialmente descriptiva, capaz de hablar directa y de frente con la memoria olfativa del que se mete de lleno en la lectura. De tal forma se conoce paso a paso la historia del hombre que naciendo con el extraordinario don del olfato, logra apoderarse por así decirlo del alma de aquellas –porque son doncellas únicamente- a las que considera poseen un aroma especial y diferente al resto del mundo. Es un hombre insignificante, si se le expone al juicio de la vista por supuesto, así lo consideraban las personas de su época, un ser invisible, y es de aquí y de su invariable habilidad olfativa, además del odio generado para con el resto del mundo, que se aferra a la vida como el parásito que vive y sobrevive esperando la presa a la cual asirse para chuparle la vitalidad. En el inicio de su vida logra sobrevivir al ambiente más hostil que se pudiera encontrar en Francia en aquella época, sus primeras aspiraciones olfativas se dan en las calles sucias de un mercado de Paris, con el aroma putrefacto del pescado y el agridulce olor de la fruta podrida, ahí comienza la historia del personaje asombroso y horrible, con el llanto del recién nacido que alerta a todos de su presencia y así comienza también su causante camino de asesino, con la muerte de su propia madre que enviada a la horca acusada de abandonar a la suerte a una criatura que no cayó muerta al igual que los productos anteriores a los que la mujer tirara entre los desperdicios para ser recogidos confundidos con desechos de pescado, papas podridas, lodo y restos de legumbres por los limpiadores nocturnos. En los años siguientes el niño sería conocido como Jean Baptiste Grenouille, y también en los años siguiente sería el talento olfativo lo que le ayudara a permanecer vivo incluso en los ambientes más hostiles en los que el destino le habría obligado a crecer, mucho tiempo pasó recluido en el orfanato de la ciudad, solo y excluido incluso por aquellos niños que eran participes de su condición, el tiempo lo llevó a ser trabajador incansable de un centro curtidor de pieles donde desarrollaría aun más su habilidad olfativa, conocía todos los olores de la ciudad, los entendía, incluso los descifraba, era capaz de separar los aromas en categorías aunque no supiera siquiera el nombre de tal o cual olor, aunque una cosa si sabía, que el olor de las personas era especialmente repúgnate, lograba entender que todas las personas desprendían un aroma especial aunque no único ya que este se conformaba por una combinación ciertamente grotesca que emanaba rastros de sudor, aliento y eses fecales -Grenouille encontraba despreciable esa combinación-. Pronto descubrió que existían aromas mucho más exquisitos y que la combinación de estos podrían conformar alguno mejor, además supo que ex


La historia propone un final inimaginable, diferente en su totalidad para los que vieron la película, es un final que muestra la excelencia de un talento descomunal, casi divino –comentaría el autor- el final propone un choque a la razón entendible solo por el que guarda solo un objetivo en la vida, aquel que sus sueños traspasan cualquier limite, en el caso de Grenoille el sueño y su vida fueron marcados por el instante mismo en que nació, vivió para lo único importante para el, y murió por obra y gracias de esa misma pasión, ¿sería posible por esto, propinar un juicio descalificativo y mordaz que disminuya el destino marcado de un hombre?
“El Perfume”, un muy buen libro para despertar el olfato por medio de la vista, recomendado enormemente aun si se ha visto la película. El final es indescriptible.