VIAJES MÁGICOS
Este relato me lo envió una amiga, en el habla de sus primeras experiencias en lo que podríamos denominar viajes mágicos, es un relato interesante y detallado sin pretensiones donde el tema central es la mota y las sustancias alucinógenas como catalizador de situaciones divertidas pero en ocasiones peligrosas, ella nos relata su historia de forma cronológica por lo que esta será la primer entrada de una serie de experiencias. Espero les agrade.
MI PRIMERA VEZ
Tengo 24 años mi nombre es Giselle y hace tres años probé por primera una droga ilegal.
No tengo miedo a probar cosas nuevas, puedo cambiar de peinado sin pensarle mucho, puedo comer un platillo rarísimo sin problema, sin embargo hay cosas a las que les tengo respeto. Hace unos años hice servicio social en uno de los Centros de Integración Juvenil, daba charlas a los chicos en secundarias de zonas medio pesadas, platicaba con niñas que tenían relaciones sexuales a muy temprana edad y con distintos chicos, también platicaba con chicos que fumaban mota, etc. Algunos casos tristes, otros, simplemente eran típicos casos de los adolescentes.
Mi trabajo consistía en darles charlas que sencillas sobre los riesgos y obligaciones que tenían el llevar un estilo de vida descuidado que incluía drogas y sexo, en esa época yo no fumaba, era virgen y solo me había metido una borrachera en mi vida; así que con toda la convicción del mundo trataba de apoyarlos. Dudo mucho que haya logrado cambiar la vida de alguien, pero en el tiempo que estuve trabajando disfruté mucho de lo que hacía.
Pasaron los años y un buen día llegó de intercambio a mi universidad un chico francés que fue mi novio por un año, fumaba desde que abría los ojos al despertarse, hasta que estaba acostado y con la luz apagada. El aroma del cigarro me desagradaba en sobremanera y la única forma en la que no me desagradaba era cuando yo fumaba, así que prácticamente me volví fumadora yo también.
El fumaba mota diario para poder dormir. Como en Centros de Integración Juvenil yo leí libros sobre las drogas y cosas de ese estilo, sabía perfectamente como funcionaban las más populares, en qué consistían los síntomas de un adicto a distintas drogas, que efectos producían al consumirlas, etc. Así que sabía que por un churro no me iba a volver adicta y al saber que incluso el tabaco hace más daño al cuerpo que la flor de cannabis, un buen día decidí que quería probar. Mi novio no quería que yo probara, sin embargo fue mi decisión así que lo hice, le di un toque y nada, me dice un amigo “no tociste entonces no le diste bien el toque” y pues intenté una vez más y nada, y al tercer intento me agarra un ataque de tos, y recibí palmadas en la espalda por mi primer toque de mota, todo súper, me fumé un churro compartido con otro cuate y pues todo relax, se siente muy diferente a estar pedo, y a la vez tiene alguna similitud. Se fueron mis cuates, me quedé con mi novio y nos pusimos a ver las noticias de Francia en la lap, como casi todas las noches y como todas las noches, mi novio me las explicó pues yo no hablaba ni entendía nada de francés, lo diferente fue que todo se veía diferente, además me daban unos ataques de risa cañones.
MI PRIMER COSECHA
Pasaron los meses y ocasionalmente fumaba mota, nunca me fumaba un churro yo sola, pero aprendí a ver la diferencia entre varios tipos / calidades de mota, aprendí a hacer distintos tipos de churro, con cartoncito de la caja de cigarros como boquilla, sin cartoncito, con tabaco, sin tabaco, largos, cortos, transparentes, de colores.
Un día llego al depa de mi novio y me enseña que en su cuarto de servicio tenía un pequeño sembradío, compró unas lámparas con focos especiales, unos ventiladores, tapó para que no entrara la luz y tenía cronometradas las lámparas de tal modo que los días y las noches estaban alterados para las plantas. Estas lámparas tenían una polea para subirlas y bajarlas dependiendo de las necesidades y del crecimiento de la plantas. Ese día me di cuenta lo fácil que es cultivar cannabis. Así que las plantas crecieron, unas se marchitaron otras sobrevivieron. Unas florearon otras no, pero aún no había ninguna lista para ser cortada.
Pasaron las semanas, nos fuimos de vacaciones a Pto Vallarta y cuando regresamos el dueño del depa había ido a darse una vuelta, y descubrió la mota en el cuarto de servició se enojó un montón y les pidió a los 4 franceses que vivían ahí que desocuparan el depa. Afortunadamente, dos de los franceses que estaban en Tampico salvaron las dos plantas que tenían futuro y se las llevaron a otra casa [también habitada por franceses]. Así que regresamos de las vacaciones y todas las cosas estaban amontonadas en la casa de estos cuates y las dos plantas atareadas, maltratadas, con problemas de adaptación al horario natural del día, una murió.
Quedó únicamente una y estaba más que lista para ser cortada, la cortó mi novio, yo la limpié hice un churro y aun tengo el video donde nos fumamos el único churro que sobrevivió de toda la plantación. Sabía bastante bien y además era 100% orgánica pues creció sin pesticidas, ni químicos!
Tengo 24 años mi nombre es Giselle y hace tres años probé por primera una droga ilegal.
No tengo miedo a probar cosas nuevas, puedo cambiar de peinado sin pensarle mucho, puedo comer un platillo rarísimo sin problema, sin embargo hay cosas a las que les tengo respeto. Hace unos años hice servicio social en uno de los Centros de Integración Juvenil, daba charlas a los chicos en secundarias de zonas medio pesadas, platicaba con niñas que tenían relaciones sexuales a muy temprana edad y con distintos chicos, también platicaba con chicos que fumaban mota, etc. Algunos casos tristes, otros, simplemente eran típicos casos de los adolescentes.
Mi trabajo consistía en darles charlas que sencillas sobre los riesgos y obligaciones que tenían el llevar un estilo de vida descuidado que incluía drogas y sexo, en esa época yo no fumaba, era virgen y solo me había metido una borrachera en mi vida; así que con toda la convicción del mundo trataba de apoyarlos. Dudo mucho que haya logrado cambiar la vida de alguien, pero en el tiempo que estuve trabajando disfruté mucho de lo que hacía.
Pasaron los años y un buen día llegó de intercambio a mi universidad un chico francés que fue mi novio por un año, fumaba desde que abría los ojos al despertarse, hasta que estaba acostado y con la luz apagada. El aroma del cigarro me desagradaba en sobremanera y la única forma en la que no me desagradaba era cuando yo fumaba, así que prácticamente me volví fumadora yo también.
El fumaba mota diario para poder dormir. Como en Centros de Integración Juvenil yo leí libros sobre las drogas y cosas de ese estilo, sabía perfectamente como funcionaban las más populares, en qué consistían los síntomas de un adicto a distintas drogas, que efectos producían al consumirlas, etc. Así que sabía que por un churro no me iba a volver adicta y al saber que incluso el tabaco hace más daño al cuerpo que la flor de cannabis, un buen día decidí que quería probar. Mi novio no quería que yo probara, sin embargo fue mi decisión así que lo hice, le di un toque y nada, me dice un amigo “no tociste entonces no le diste bien el toque” y pues intenté una vez más y nada, y al tercer intento me agarra un ataque de tos, y recibí palmadas en la espalda por mi primer toque de mota, todo súper, me fumé un churro compartido con otro cuate y pues todo relax, se siente muy diferente a estar pedo, y a la vez tiene alguna similitud. Se fueron mis cuates, me quedé con mi novio y nos pusimos a ver las noticias de Francia en la lap, como casi todas las noches y como todas las noches, mi novio me las explicó pues yo no hablaba ni entendía nada de francés, lo diferente fue que todo se veía diferente, además me daban unos ataques de risa cañones.
MI PRIMER COSECHA
Pasaron los meses y ocasionalmente fumaba mota, nunca me fumaba un churro yo sola, pero aprendí a ver la diferencia entre varios tipos / calidades de mota, aprendí a hacer distintos tipos de churro, con cartoncito de la caja de cigarros como boquilla, sin cartoncito, con tabaco, sin tabaco, largos, cortos, transparentes, de colores.
Un día llego al depa de mi novio y me enseña que en su cuarto de servicio tenía un pequeño sembradío, compró unas lámparas con focos especiales, unos ventiladores, tapó para que no entrara la luz y tenía cronometradas las lámparas de tal modo que los días y las noches estaban alterados para las plantas. Estas lámparas tenían una polea para subirlas y bajarlas dependiendo de las necesidades y del crecimiento de la plantas. Ese día me di cuenta lo fácil que es cultivar cannabis. Así que las plantas crecieron, unas se marchitaron otras sobrevivieron. Unas florearon otras no, pero aún no había ninguna lista para ser cortada.
Pasaron las semanas, nos fuimos de vacaciones a Pto Vallarta y cuando regresamos el dueño del depa había ido a darse una vuelta, y descubrió la mota en el cuarto de servició se enojó un montón y les pidió a los 4 franceses que vivían ahí que desocuparan el depa. Afortunadamente, dos de los franceses que estaban en Tampico salvaron las dos plantas que tenían futuro y se las llevaron a otra casa [también habitada por franceses]. Así que regresamos de las vacaciones y todas las cosas estaban amontonadas en la casa de estos cuates y las dos plantas atareadas, maltratadas, con problemas de adaptación al horario natural del día, una murió.
Quedó únicamente una y estaba más que lista para ser cortada, la cortó mi novio, yo la limpié hice un churro y aun tengo el video donde nos fumamos el único churro que sobrevivió de toda la plantación. Sabía bastante bien y además era 100% orgánica pues creció sin pesticidas, ni químicos!
Continuará...
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