JUANKASANCHEZ

SUCESOS TRÁGICOS EN TLATELOLCO

Acabamos de pasar una fecha muy significativa en la historia de México, una fecha que marcó una época y cambió de alguna forma la libertad de expresión en el pais, me refiero a la matanza de estudiantes del 2 de Octubre del año 1968 en Tlatelolco, traigo a colación esta fecha no por el significado politico y social que pudiera tener, sino lo establezco como el eslabón de una cadena de sucesos trágicos que han ocurrido en este sitio de Tlatelolco incluso antes de la conquista española. Así que haciendo un análisis histórico de este lugar, surge una hipótesis que pudiera enfocarse desde un punto de vista extraordinario y fuera de lo normal, ¿Porqué Tlatelolco ha sido escenario de los sucesos trágicos más importantes de la historia de México?
La historia de Tlatelolco comienza con la llegada de los mexicas al valle de anahuac (hoy centro de México) un asentamiento se ubicó en lo que a la larga sería Tenochtitlan y otro más en lo que hoy es el barrio de Tlatelolco, este ultimo se caracterizó por depender de la ciudad Azteca Tenochtitlan, y también por contener el mercado más grande de la América precolombina incluso el más grande jamás visto por los invasores españoles, En este Tianguis o mercado de Tlatelolco se comercializaban los más diversos productos traídos de todos los puntos de la América prehispanica, por lo tanto este sitio se caracterizó por contener siempre un tumulto de personas con las situaciones que conlleva el acumular siempre a una multitud. Uno de los primeros sucesos ocurridos en este lugar se presenta con el sometimiento por parte de la ciudad gemela Tenochtitlan que al ver la importancia adquirida por la ciudad hermana Tlatelolco, invade por órdenes del rey azteca Axcayacatl padre de Moctecuzoma (ultimo emperador azteca) sometiéndola al yugo tenochca. La invasión trajo infinidad de muertes y una masacre característica de las guerras floridas de la epoca. Es de suponer que la energía concentrada en este lugar si se pudiera clasificar de alguna forma, esta tendría que ser como negativa por el sufrimiento y dolor arrojado sobre su suelo. El destino acusó su manto sangriento sobre los mismos suelos años después con la invasión española, siendo esta ciudad la más osada y empeñosa en la defensa del orgullo mexica, fue también nación madre del último defensor de la cultura azteca, “el emperador sucesor Cuahutemoc o aguila que cae” fue esta ciudad el escenario que vio caer a uno de los imperios más grandes de todos los tiempos.
Los años venideros habrían de cambiar por completo el rostro de la región, pasados más de cuatrocientos años, Tlatelolco mostraba con orgullo su plaza conocida como la de las Tres Culturas, nombrada así por la mezcla de etapas ejemplificadas por las ruinas de la ciudad prehispanica, la iglesia catolica y el edificio de relaciones exteriores hoy museo del 68, Este museo muestra dentro de sus paredes el trágico acontecimiento politico-social donde el sometimiento violento trajo como consecuencia la muerte de muchisimos estudiantes de entre 16 y 25 años, este acontecimiento nuevamente bañó de sangre la tierra, una tierra ya acostumbrada a presenciar violencia y muerte de gente inocente, una tierra maldecida por el destino sangriento con sus tres vigías silenciosos que admirando desde sus cimientos monumentales y frios no hacen más que comprobar que su existencia está ahí como recordatorio de la inmundicia humana, y como recordatorio de la sed de muerte contenida en todos los pueblos por aniquilar a propios y extraños.
El tiempo borra cicatrices pero no las desaparece por completo, siempre habrá una pequeña marca que muestre la historia de una herida. Ya para el año 1985 Tlatelolco tendría que revivir al moustro maldito de la tragedia y esta ves sería despertado por una falla geológica, ahora el castigo no era producido por el hombre, en esta ocasión la naturaleza habría de tomar su participación en la historia, habría de colgar su propia medalla de muerte y destrucción en este pizarrón rojo de Tlatelolco, el terremoto del 85 marcó como aguja que señala el punto clave del mapa, su fuerza implacable y letal, tirando con movimientos trepidatorios con una fuerza de casi 8.5 grados uno de los complejos con más viviendas construidos en la ciudad de México, destruyó cientos de departamentos, con sus habitantes dentro, desapareciendo debajo de los escombros a miles de personas. Hoy en día el caminar por la plaza representa internarte en un tumulto de voces silenciosas, es perderte entre los puestos ocultos del mercado más grande de todos los tiempos, es ocultarse de los disparos certeros de los españoles y del ejercito mexicano, es cargar lapidas pesadas y bultos enormes de piedra de escombros para construir un templo que no es el tuyo, caminar por sus jardines es imaginar el estruendo generado por el edificio que cae completito, es correr por tu vida y es ver morir al que esta a tu lado. Tlatelolco guarda un misticismo irreal, marcado por la tragedia y la desgracia, sin embargo es el reflejo intimo de nuestra historia, representa la fotografía de nuestro México, y en su ambiente se guarda y se transmite al paseante las emociones de las millones de personas que alguna ves caminaron por este lugar, no hay un lugar conocido por mi donde se experimente la sensación real de caminar por la historia y no solo presenciar como el espectador silencioso, sino convertirte en uno más de los que vivieron y sufrieron las calamidades de un sitio marcado por la tragedia.